martes, 30 de abril de 2013

SEMIFINALES CHAMPIONS: EL MADRID ELIMINADO



Este madrid no tiene gol, lo lleva demostrando toda la temporada, ahí están los números de Higuaín, Benzema. El partido, partiendo de esta premisa, resulto previsible. A destacar el público del Bernabeu, hizó su papel, su participación en el juego empezó casi una hora antes de que se iniciara el partido, el ambiente y las muestras de apoyo, pusieron nerviosos a los alemanes durante el primer cuarto de hora, como público no podían hacer más.

 Pero fue suficiente para que el Madrid tuviera en estos 20 minutos tres oportunidades claras, quizás las más claras las de Ozil y Higuaín. Y a partir de este minuto el partido fue por los cauces previstos, al Borusia se le pasó el susto y contuvo la escasa creatividad del equipo madrilista, que abandonó las bandas y estuvo fallón en los controles y en los últimos pases. A partir de entonces el Madrid cayó más en el barullo y los balones a la olla ante la falta de combinaciones para atacar una defensa que en todo momento controló la delantera madrilista.
 
El segundo tiempo pusó sobre el tapete las diferencias del estado de forma de ambos equipos, con un Xavi Alonso desconocido y un Cristiano desangelado. El Madrid le ponía corazón y el Borussia el critério. El Borussia, durante 30 minutos tuvo más claro que hacer con el balón, estuvo muy cerca de sentenciar el partido, un tiro al poste y una gran intervención de Diego López lo evitaron. 

Los cambios madrilistas lograron cambiar la dinámica del partido, la entrada de Kaka, desplazó a las bandas a Di María por la izquierda, que cambio de banda, y a Ozil por la derecha, y cuando todo parecía perdido aparecio el Madrid de juego por banda, 80 minutos sin mirar para ellas, que obligaba al Borussia a defender mirando hacía su portería y ahí el Madrid  remataba de cara ante una defensa a la que no le daba tiempo a girarse para defender, y así llegaron los dos goles, y de nuevo aparecio el pánico en el Borussia, pero ya era muy tarde. 

Si el público puso lo suyo, el comentarista no iba a ser menos y en los últimos minutos se desgañitaba  con un “dásela a Modric, dásela a Modric”…y se la dieron. En definitiva el Madrid queda fuera de la final, ante un Borussia que en el conjunto de la semifinal estuvo mejor. Gran partido de Modric, que recuperó muchos balones, háciendonos olvidar a Khedira en ese papel y buen partido de Ramos y Varane.

¡¡¡Al menos me libre de ir a misa!!!

Mou lárgate. 

TITAN DESERT 2ª ETAPA (29-4-2013)



    Clasificación 2ª etapa



    Clasificación general tras la 2ª etapa


domingo, 28 de abril de 2013

RESULTADO QUINI CUBIPODIANA 28-4-2013



CRÓNICA DEL SÁBADO





Jornada 33

Levante- Celta.- El árbitro Muñiz Fernández le comió el protagonismo a un buen Celta ordenado en defensa y con el imprevisible Aspas en punta. A este árbitro no vale con meterle en la nevera, habrá que enterrarlo en el Ártico.

Athletic- Barcelona.- Messi, Messi, Messi y el Athletic. Jordi Alba faltó a clase el día que Epi y Blas explicaron lo de defender y atacar. Buena presión del Athletic.

Atletico-Real Madrid.- Un Real Madrid paupérrimo venció a un Atletico que no juega, pelea, en el sentido más estricto de la palabra. El “carnero” Diego Costa no se pegó con nadie. El Atletico…es lo que hay y no da para más.

Zaragoza-Mallorca.- Parece ser que al menos ellos se lo pasaron bien. Fútbol de 2ª.

Rayo-Osasuna.- El Osasuna se sorprende a sí mismo…al Rayo y a nosotros.

viernes, 26 de abril de 2013

¡¡¡ AQUELLOS JUGADORES DE ANTES !!!


Historias de la Football League. 

 William Foulke

Nuevo capítulo de la historia del fútbol en Inglaterra. Para celebrar la decena de entregas (?), LR! les regala la historia de un grosso. Tan grosso, que es Récord Guiness. Se trata del jugador más pesado en la historia del fútbol. Recibamos con un aplauso a William “Fatty” Foulke.
William Henry Foulke nació el 12 de abril de 1874 en Dawley, Shropshire. Con los años, su estatura iría sobrepasando la media. Largo y robusto. Dueño de una fuerza bruta y una agilidad llamativa para su longitud corporal, era el niño con el que nadie se quería pelear a la salida del colegio (?). Pasaba sus tardes jugando al fútbol y al cricket. Llegaría a ser (dicen) un gran jugador profesional de este último deporte. Pero ganaría celebridad como futbolista.
Pasada su adolescencia, medía 1.93 metros. No era una estatura normal para un jugador de fútbol. Pero su agilidad lo favorecía. Comenzó jugando de delantero en equipos amateur. Se ve que no la embocaba mucho, porque de un día para el otro lo mandaron al arco. Y ahí sí demostró condiciones. El rumor de que en Dawley había un potencial arquero estrella llegó a gente del Sheffield United, que fue a verlo y no dudó. Le ofrecieron 20 libras y se lo llevaron.
Debutó allí el primero de septiembre de 1894, a la edad de 20 años. A partir de ese momento, sólo se perdería cuatro compromisos en cinco temporadas. Comenzó a ser considerado como uno de los mejores arqueros del Reino Unido. Y tenía una característica que lo hacía diferente a todos los buenos arqueros de ese momento: Foulke ya acusaba tres dígitos en la balanza. Era (y sería por siempre) un arquero de una contextura física jamás vista.

Adivinen cuál es Foulke…
Pese al evidente sobrepeso, William era ágil. Lo cual, sumado a su tamaño, lo volvía casi invulnerable. Entre otras virtudes, se lo describía como insuperable desde el tiro penal. También tenía la curiosa habilidad de rechazar con los puños más allá de la mitad del campo, además de poseer una patada violenta capaz de hacer llegar la pelota de un arco a otro sin picar. Imposible en el juego aéreo. En una época donde la carga sobre el arquero estaba permitida, se le colgaban de a cinco o seis tipos (!), pero no podían evitar que atenace cada ollazo que caía sobre el área. Y así como los rivales podían cargar sobre el arquero, éste también tenía vía libre para el topetazo (?). Foulke explotaba eso, atemorizando a los delanteros rivales mientras salía a buscar las pelotas casi hasta el punto del penal, sin importar quién se le ponga adelante.
Antiguas bitácoras (?) periodísticas cuentan que en un partido contra el Liverpool, George Allan, delantero de los “Reds”, trató de intimidarlo mediante un topetazo en el área chica. No logró moverlo, aunque sí lo hizo calentar. William lo tiró al piso, lo tomó de una pierna y lo levantó, dejándolo suspendido en el aire como si se tratara de una tira de asado exhibiéndose en una góndola del súper (?). Fue hasta el banco rival, donde estaba el coach del Liverpool, se lo alcanzó y le dijo: “cuidalo un poquito más”.

“¿Qué hashé’ nene? ¿Vo’ queré’ morir en eshte ishtante?”
Además de irascible, era algo provocador y polémico. Se dice de él que fue uno de los precursores en el arte de hacer tiempo. Agarraba la pelota, se tomaba su tiempo para buscar la mejor zona para ubicarla, daba unos pasos atrás, se clavaba un morcipán (?) y sacaba. Campestrini, eternamente agradecido (?). Otra de las tácticas de estirpe bidonera (?), era la de colgarse del travesaño. Literalmente (!). Si venía un remate elevado, tiraba del caño horizontal para abajo, achicando así el arco y aumentando las probabilidades de que la pelota se vaya desviada. Todo esto sin (?). Cuenta la leyenda que una vez tuvieron que suspender un partido porque Foulke se colgó del travesaño y lo quebró (!).
Volviendo a sus años dorados en Sheffield, en total, ocupó el arco de los “Blades” por once años, redondeando 299 partidos. Guió a su equipo a su primer campeonato de liga en 1897 (donde alcanzaron el mejor récord defensivo) y a tres finales de FA Cup (1899, 1901 y 1902), de las cuales ganarían dos.
En la final de 1902 contra el Southampton, le empatan al Sheffield faltando dos minutos para finalizar el partido. Foulke creyó que era injusto validar ese gol y, una vez pitado el final, se fue encima de los jueces. Para que se den una idea, a Willie ya le decían “Colossus” o “Leviathan”. No se sabe cómo, pero lograron calmarlo y lo metieron al vestuario. De un momento para el otro, su temperamento se fue comprar puchos al kiosco (?) y salió corriendo totalmente desnudo (!) a increpar a los jueces nuevamente. El referí, Tom Kirkham, viendo que la montaña de carne se le venía encima, se encerró en el cuarto de los productos de limpieza, mientras que a Foulke se lo llevaban entre varios oficiales.
Pese al pequeño desliz (?), no fue suspendido y le permitieron estar presente en el partido replay. Terminó siendo clave para que los “Blades” ganen el partido. No sólo despejó cada ataque del rival, sino que también, un rechazo suyo sirvió de asistencia para que George Hedley abriera el marcador a favor del Sheffield. Pero el colesterol obstruiría las arterias por donde circula la gloria (?).

La progresión de Foulke: aunque no lo crean, el de la izquierda es él. No es photoshop (?). Es una imagen en su primer año como profesional. Ah, las otras dos imágenes tampoco son photoshop (?).
Inexorablemente, William seguía engordando. Y esto afectaba negativamente su rendimiento. Sus actuaciones eran inversamente proporcionales a su peso. Ya le era imposible detener los disparos rasantes. Los hinchas lo hostigaban continuamente. Una derrota 7 a 1 frente al Bury le mostró las puertas de salida. En 1905 bajó a la Division Two.
El Chelsea lo adquirió a cambio de 50 libras. Fue capitán de los “Blues”, donde atajó 34 partidos, en los que detuvo diez (10!) penales. Pero la agilidad ya no la tenía. El técnico del Chelsea buscó resucitarlo por otros medios: en todos los partidos, ubicaba detrás del arco a los dos niños alcanzapelotas más pequeños con el fin de agigantar aún más la figura de Foulke y, así, asustar a los rivales (!). Nada de esto funcionó. Para colmo, lo acusaban de llegar una hora antes al desayuno, donde se comía lo de sus compañeros.
Al año siguiente, marcha al Bradford City. Llega con 165 kilos. Tal era su sobrepeso que, en un partido contra el Accrington, salió al campo de juego con un buzo de igual color al de sus rivales. El inicio del partido se demoró mucho ya que debía cambiarse la vestimenta, pero no encontraban una que le quepa. Lo terminaron envolviendo en una sábana blanca (!), la cual ajustaron con una faja. Bradford ganó 1 a 0 y Willie no se tiró al piso en todo el transcurso del partido. Cuando le preguntaron si no se había revolcado porque le quedaba incómoda la improvisada vestimenta, “Fatty” respondió: “La sábana estaba muy limpia. Era una lástima ensuciarla”. Con esa declaración de crack, abandonaba el deporte.

Única vez que se sacaría una foto con el “Red Cap”
Jugó un solo partido para la selección inglesa. Fue en 1897, en un triunfo por 4 a 0 sobre Gales. Extraña que no haya jugado más, dadas sus grandes actuaciones en Sheffield. Se cree que la Football Association lo consideraba no idóneo para el deporte (por no decir, desagradable), ergo, todo seleccionador tenía prohibido convocarlo.
Moriría en Sheffield a la edad de 42 años, sin un mango. El certificado de defunción delató una cirrosis. Se decía que murió a causa de una neumonía contraída en una piscina en Blackpool, donde él era el centro de atracción de un espectáculo llamado “Vence al arquerito”. Afortunadamente para su dignidad (y lamentablemente para nuestros lagrimales), varios biógrafos refutaron inmediatamente dicha hipótesis, argumentando que no existe un fundamento válido para aseverar la manera en la que nuestro “Fatty” falleció.
Para recordarlo con una sonrisa, encuadraremos una frase que siempre repetía cada vez que le preguntaban si era el blanco de las cargadas en el plantel:
“No me importa cómo me llaman mis compañeros de equipo… sí me jodería que me llamen tarde para la cena.”

HISTORIAS DE LA F-1: ANDREA DE CESARIS

Andrea de Cesaris
Durante la temporada de 1981, con McLaren, Andrea destrozó literalmente 16 coches y 10 motores.  Sus mismos mecánicos en el GP de Holanda '81 se negaron a arreglar su malogrado coche, accidentado durante las prácticas.

Andrea sumó un total de ¡¡ 148 abandonos !! Es decir, no acabó más del 70% de sus carreras, y en muchos casos por accidentes o averías derivadas de su agresivo estilo de pilotaje. Como "perfecta" muestra de esto, en la temporada de 1987 no acabó ninguna de sus carreras.

 Trás un brutal accidente en el gran premio de Austria de 1985, el dueño de Ligier decide echarle del equipo, alegando que no podía mantener más los costes de reparación de sus accidentes.
http://www.youtube.com/watch?v=SAuQOpPp9-U

Andrea de Cesaris
Datos personales
Competición    Fórmula 1
Nacionalidad    Italiano



Carrera deportiva
Palmarés general
Años en activo    1980 - 1994
Equipos    Alfa Romeo, McLaren, Ligier, Minardi, Brabham, Rial, Dallara, Jordan, Tyrrell, Sauber
Carreras comenzadas    214
Campeonatos mundiales    0
Podios    5
Poles    1
Vueltas rápidas    1
Primera carrera    Gran Premio de Canadá de 1980
Primera victoria    -
Última victoria    -
Última carrera    Gran Premio de Europa de 1994


Andrea de Cesaris (nacido el 31 de mayo de 1959 en Roma) es un ex piloto de Fórmula 1 italiano. Participó en 214 Grandes Premios entre 1980 y 1994, alcanzando una pole position, cinco podios, una vuelta rápida y un total de 59 puntos del campeonato. Es el piloto que más carreras ha iniciado (208) sin lograr una victoria. También es el piloto que más carreras ha abandonado (148), por lo que es considerado el piloto más peligroso de la Fórmula 1. Recibió el apodo de Andrea de Crasheris a causa de una serie de accidentes durante sus comienzos como piloto.

Carrera

Campeón en categorías inferiores de karting, de Cesaris comenzó a forjarse un nombre en la Fórmula 3 británica, donde terminó 2º en la clasificación final por detrás de Chico Serra. A continuación promocionó a la Fórmula 2, donde formó parte del equipo Project 4 de Ron Dennis.

En 1980, fue contratado por la escudería Alfa Romeo para sustituir a Vittorio Brambilla en las últimas carreras del mundial. Con 21 años de edad, debutó en el Gran Premio de Canadá sin poder dar más de ocho vueltas al circuito a causa de un fallo en el motor. En su segunda carrera, comenzó a gestarse su apodo tras sufrir un accidente en la segunda vuelta.

Aquellas dos pruebas fueron el comienzo de una carrera de 14 años en la Fórmula 1,en parte realizada gracias a sus lazos familiares con la compañía tabacalera Marlboro,la cual lo patrocinó durante toda su carrera deportiva.

En 1981 pilotó para McLaren, donde sufrió accidentes o percances en seis de catorce pruebas, logrando un único punto en el circuito de Imola, lo cual no fue suficiente para seguir en la escudería británica. Fue entonces cuando se forjó el apodo "Andrea de Crasheris". En el paddock llegó a rumorearse que causaba tanto daño a sus coches que los mecánicos se negaban a repararlos.

En 1982 regresó a Alfa Romeo, donde demostró que era capaz de conseguir mejores resultados que los mostrados. Se convirtió en el piloto más joven en lograr la pole position, en el Gran Premio de Long Beach. Sin embargo, su inmadurez en los circuitos seguía siendo patente, lo cual le llevó a pagar algunas novatadas, convirtiéndose en un piloto bastante irregular. Aquel mismo año logró alcanzar su primer podio en Monte Carlo y otro punto en Canadá.

En 1983, de Cesaris compitió con un excelente rendimiento, llegando a estar cerca de ganar el Gran Premio de Bélgica tras liderarlo durante buena parte de la carrera. También logró otros segundos puestos en los Grandes Premios de Sudáfrica y Alemania.

Sus buenos resultados se vieron interrumpidos por el cambio de equipo. En 1984 fichó por Ligier, donde a pesar de los motores Renault turbo, apenas logró tres puntos en toda la temporada.

En 1985, tras un esperanzador cuatro puesto en el Gran Premio de Mónaco, de Cesaris fue despedido tras varias pruebas en las que no llegó a completar la carrera.
Así quedo el coche tras el accidente de Austria en 1985.

En 1986 pilotó para la escudería Minardi en un monoplaza lento y poco fiable en el que el piloto italiano ganó rápidamente fama de bloqueador al ser doblado.

Tras fichar por la escudería Brabham-BMW en 1987, su situación volvió a cambiar. Logró finalizar 3º en el Gran Premio de Bélgica, pero la poca fiable mecánica le impidió completar más carreras, a pesar de realizar buenas sesiones de calificación.

Al año siguiente, Brabham no continuó su andadura en la F1, y de Cesaris se vio obligado a buscar equipo de nuevo, recalando en la escudería Rial, donde volvió a demostrar su rapidez en calificación y llegó a terminar 4º en el Gran Premio de los Estados Unidos.

En 1989, se trasladó a la escudería italiana Dallara, donde tuvo un buen inicio de temporada. En el circuito de Monte Carlo, estuvo en puestos de podio hasta que el triple campeón del mundo Nelson Piquet colisionó con él. Dos carreras más tarde, de Cesaris chocaría con su compañero de equipo Alex Caffi mientras este le doblaba, haciendo de nuevo perder otro podio al equipo. Sin embargo, aún terminaría tercero en el Gran Premio de Canadá, por detrás de los Williams de Boutsen y Patrese, en una carrera pasada por agua. Este sería el último podio de de Cesaris en la F1.

El buen hacer de Dallara no se repitió en 1990, debido a la mejora de las escuderías de presupuesto medio con motores V8 y a la igualdad de rendimiento entre las mismas, sufriendo además problemas de fiabilidad.

En 1991 fichó por la recién llegado escudería Jordan, donde formó equipo también con un piloto novato: Michael Schumacher. De Cesaris demostró ampliamente sus cualidades como piloto, pero el Jordan 191 era tan rápido como poco fiable, lo que condujo a un buen número de abandonos. A pesar de ello, logró terminar cuatro veces en los puntos, siendo cuarto en dos ocasiones, y quinto y sexto otra vez.

De Cesaris volvió a cambiar de escudería en 1992 debido a problemas entre su patrocinador, Marlboro, y el nuevo patrocinador de Jordan, Barclay Cigarettes, a pesar de los esfuerzos de Eddie Jordan por retenerle. Pasó a estar a las órdenes de Ken Tyrrell y no le defraudó. Terminó en los puntos en cuatro carreras, haciendo gala de su pericia al volante y alcanzando un importante cuarto puesto en el Gran Premio de Japón. El buen resultado cosechado, sin embargo, no se repitió al año siguiente, en el que de Cesaris volvió a sumar cero puntos por culpa de un coche de bajas prestaciones.

Por primera vez en su carrera, de Cesaris se vio fuera de la F1 en 1994. Sin embargo, en el Gran Premio de Brasil el irlandés Eddie Irvine sufrió una penalización de tres carreras por provocar un accidente y el piloto italiano le suplió en el equipo Jordan. Tras un mal comienzo en el que no consiguió terminar la primera carrera, logró un cuarto puesto en Mónaco, justo antes de la vuelta de Irvine. El equipo Sauber requirió poco después sus servicios debido a la baja por lesión de Karl Wendlinger, y de Cesaris, tras superar las 200 carreras disputadas, alcanzó un sexto puesto en el Gran Premio de Francia.

Tras retirarse como piloto, de Cesaris reside en Mónaco, donde trabaja como broker.

NBA AL DÍA, 1ª RONDA PLAYOFFS

Carmelo Antony




1ª RONDA PLAYOFFS 2013

WESTERN CONFERENCE


Oklahoma City 120 Houston 91     (1-0)
Oklahoma City 105 Houston 102   (2-0)

San Antonio 91 L.A. Lakers 79    (1-0)
San Antonio 102 L.A. Lakers 91  (2-0)

Denver  97  Golden State  95      (1-0)
Denver 117 Golden State 131     (1-1)

L.A. Clippers 112 Memphis 91   (1-0)
L.A. Clippers   93 Memphis 91   (2-0)
Memphis 94 L.A. Clippers 82     (1-2)

EASTERN CONFERENCE

Miami 110 Milwaukee 87    (1-0)
Miami   98 Milwaukee 86   (2-0)
Milwaukee 91 Miami 104   (0-3)

New York 85 Boston 78    (1-0)
New York 87 Boston 71    (2-0)

Indiana 107 Atlanta 90       (1-0)
Indiana 113 Atlanta 98       (2-0)

Nets 106  Chicago 89        (1-0)
Nets 82 Chicago 90           (1-1)
Chicago 79 Nets 76           (2-1)

QUINI CUBIPODIANA 28-4-2013




miércoles, 24 de abril de 2013

SEMIFINALES CHAMPIONS: ASÍ LO VÍ Y ASÍ LO CUENTO




EL RITMO DE LA POLCA PUDO CON EL DEL TIKI-TAKA

BAYER DE MUNICH  4  BARCELONA  0

El Barcelona, que aunque tuvo una posesión cercana al 62%, apenas creó peligro careciendo en todo momento de profundidad, además al carecer de hombres entre líneas no pudo llevar a cabo su típico juego de buscar paredes para entrar en la defensa del Bayer. Cada pérdida de balón era una ocasión comprometida para la defensa blaugrana dada la superioridad de los alemanes en el centro del campo que recuperaban el balón mediante una ordenada presión y rápidamente y a oleadas buscaban la espalda de los laterales catalanes, la descoordinación de la defensa azulgrana, incapaz de cerrar los carriles de los interiores, propició que cada llegada fuera una ocasión de gol. Era tal la avalancha teutona que hubo jugadas en las que los jugadores alemanes tuvieron hasta tres oportunidades de remate en una misma jugada.
En general el Bayer fue muy superior, en intensidad, tanto defensa como en ataque ante un Barcelona totalmente anodino.


BORUSSIA DE DORTMUND  4 REL MADRID  1

El Borussia lo hizo todo, jugó y marcó en las dos porterías ante un Madrid falto de movilidad, de conexión entre líneas, frente a un Borussia que funcionó como un acordeón tanto en su juego vertical como horizontal. Dos equipos con gran calidad separados por los distintos temperamentos de sus entrenadores, un Borussia que quería ganar y estaba convencido de hacerlo frente a un equipo de Mou, maestro en especular tanto con el fútbol  como con sus jugadores, atacan cuatro frente a ocho y defienden 6 contra otros ocho, fruto de esa falta de ensamblaje de líneas. El resultado 4-1, que pudieron ser más y a nadie le hubiera extrañado.
El Madrid mostró todos sus tópicos, incluso el de Xavi Alonso, si entra a defender en el área, siempre hace penalti. En frente un Dortmund Lewandowskiano que pasó por encima de un Madrid amouriñado.
La décima se va a oxidar.

Sin ninguna duda Bayer y Borussia merecen ser justos finalistas y todo apunta que así será, los resultados obtenidos no son fruto ni de un día de suerte, ni de ninguna excusa arbitral, sino simplemente de una superioridad manifiesta, que incluso les hacen claros favoritos para los partidos de vuelta.